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domingo, 28 de diciembre de 2014

Osho---EL AMOR NO ES UNA RELACIÓN

El amor no es una relación. El amor es un estado; no tiene nada que ver con nadie más. Uno no se enamora, uno es amor. Por supuesto, si eres amor estás enamorado, pero ése es el resultado, la consecuencia, pero no el origen. El origen es que eres amor.
¿Quién puede ser amor? Evidentemente, si no eres consciente de quién eres, no podrás ser amor. Serás miedo. El miedo es exactamente lo contrario del amor. Recuerda que el odio no es lo contrario del amor, como la gente piensa. El odio es amor al revés, no es lo contrario del amor. Lo contrario del amor realmente es el miedo. Con el amor te expandes, con el miedo te encoges. Con el miedo te cierras, con el amor te abres. Con el miedo dudas, con el amor confías. Con el miedo te quedas en soledad. Con el amor desapareces; se desvanece la cuestión de la soledad. Si no existes, ¿cómo te puedes sentir solo? Entonces, estos árboles, los pájaros, las nubes, el sol y las estrellas están dentro de ti. El amor es cuando conoces tu cielo interno.
Los niños no tienen miedo; los niños nacen sin miedo. Si la sociedad puede ayudarles y apoyarles para que permanezcan sin miedo, si les ayuda a subirse a los árboles y a las montañas, y a nadar en el mar y los ríos —si la sociedad puede ayudarles con todos sus medios a ser aventureros, aventureros de lo desconocido, y si la sociedad puede provocar una búsqueda en vez de darles creencias muertas entonces, los niños se volverán grandes amantes, amantes de la vida. Ésta es la verdadera religión. No hay mayor religión que el amor.
Medita, baila, canta y profundiza más en ti mismo. Escucha a los pájaros más atentamente. Mira las flores con asombro, con admiración. No te vuelvas erudito, no etiquetes las cosas. Eso es la erudición, el maravilloso arte de etiquetarlo todo, catalogarlo todo. Conoce gente, mézclate con la gente, con toda la gente que puedas, porque cada persona expresa una faceta de Dios distinta. Aprende de las personas. No tengas miedo, la existencia no es tu enemigo. La existencia te cuida, la existencia está dispuesta a apoyarte de todas las formas posibles. Confía y empezarás a sentir un considerable aumento de energía. Esa energía es amor. Esa energía quiere bendecir a toda la existencia, porque cuando estás en esa energía te sientes bendecido. Y cuando uno se siente bendecido, ¿qué otra cosa puede hacer sino bendecir a toda la existencia?
El amor es un profundo deseo de bendecir a toda la existencia.
— Osho

sábado, 27 de diciembre de 2014

PARA TI

BEANNACHT (Bendición Celta)
Que el día que el peso
se abata
sobre tus hombros
y tropieces,
baile el barro
para equilibrarte.
Y cuando tus ojos
se hielen detrás
de la ventana gris
y de tí se apodere
el espectro de lo perdido,
que una legión de colores,
índigo, rojo, verde
y azul intenso
despierte en tí
un vergel deleitoso.
Cuando se gaste la lona
de la barca del pensamiento
y una mancha de océano
se forme debajo de tí,
surque las aguas
un largo sendero de luna
por donde volver sano y salvo.
Sea tuyo el alimento de la tierra ,
sea tuya la claridad de la luz,
sea tuyo el fluir del océano
sea tuya la protección de los antepasados.
Y así, que un lento viento te envuelva
en estas palabras de amor,
un manto invisible para velar por tu vida.

Dedicatoria para Josie.
Anam Cara, el Libro de la Sabiduría Celta, por John O'Donohue.

domingo, 7 de diciembre de 2014

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Temía E. Hemingwey

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que
únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta
que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí
que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que
éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final,
sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta
que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que
comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que
es sólo mi proyección mental y ya
no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta
que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que
aún la mariposa más hermosa necesitaba
pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y
si nos sentimos desfallecer
no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir plenamente porque la vida pasa pronto.
Ernest Hemingway