Que nadie me arrebate las arrugas de mi
frente, conseguidas a través del asombro
ante la belleza de la vida; o las de mi boca,
que demuestran cuánto he reído y cuánto
he besado; y tampoco las bolsas de mis
ojos, en ellas están el recuerdo de cuánto
he llorado. Son mías y son bellas".
frente, conseguidas a través del asombro
ante la belleza de la vida; o las de mi boca,
que demuestran cuánto he reído y cuánto
he besado; y tampoco las bolsas de mis
ojos, en ellas están el recuerdo de cuánto
he llorado. Son mías y son bellas".
(Elena Lasheras Pérez)
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