Has de saber que, sin olvido, no hay Perdón posible. El olvido consiste en no recordar más los agravios y sinsabores; no comentarlos con nadie, ignorarlos por siempre. Si recuerdas las heridas pasadas; aunque así lo creas y lo digas, no has logrado perdonar. El Perdón es como el vino ligero de boda, que da Alegría y eleva el Espíritu. Quién perdona se siente liviano y se libera de todo peso, puede unirse con su Dios -Amigo y oír su voz; pero el que guarda resentimiento y no olvida pone una pared y se queda mucho más solo. Vive infeliz, amargado, triste.
! Bebe el vino ligero del Perdón y Elévate!
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