APRENDI

Quizás parezca poca cosa, pero en estos años de vida he aprendido cosas que jamás pensé que aprendería y sé que aún estoy a medio camino de aprender muchas cosas mas. De ese tipo de cosas que dejan huella, que sanan el alma y te calan a lo más profundo de la eternidad.

 He aprendido que no puedes hacer que alguien te quiera, no, no puedes hacerlo por mucho que te quieras empeñar.

 Te pueden querer o no hacerlo, el resto depende de los demás.

 He aprendido que a mi me importan cosas que a los demás les da totalmente igual, que parece no importarles absolutamente nada y que a pesar de ello no carecen de importancia, pues creo en ellas y son mías.

 He aprendido que tardas años y años en ganar confianza, eso si lo consigues y segundos en perderla y quizás no recuperarla nunca más. Que puedes dar segundas oportunidades, pero pocas veces estas serán igual que la primera, acabarán siendo un rotundo final.

  He aprendido que lo que tienes en la vida es lo de menos, porque eso viene y va, que lo que importa es a quién tienes que es aquello que se queda y que nunca se va.

  También he aprendido que compararte no sirve de nada, sólo para frustrar, que todos saben hacer cosas mejor que una misma, pero sólo tú sabrás hacer lo que amas de verdad.

  Que los problemas son lo de menos, lo que importa es resolver, que la realidad no se cambia, pero puedes hacer que te afecte menos que ayer.

  He aprendido que con palabras bonitas el alma está más tranquila porque nunca sabes qué puede pasar mañana, somos instantes y eso quedará en el recuerdo y en el ayer. En el hoy y en el mañana y todo si nos portamos como somos, con esencia y como queremos ser.

  He aprendido que tengo derecho a enfadarme, a darme mi espacio y a poner tierra por medio si es mi querer. Que hay personas que no te quieren como a ti te gustaría que lo hicieran, pero te quieren a su manera y es lo que importa al fin y al cabo y hay que entender.

  Que perdonarse una misma es la relación más bonita que se puede tener, amarse y respetarse, quererse como nunca y no dejar que te dañen, valorarme más que ayer.

  Nadie se detendrá nadie, ni por tu dolor ni por tu ausencia, nadie lo hará, eso lo tengo claro de una vez.

  El mundo seguirá girando y lo que no te gusta ocurriendo estés tú o no estés.

  He aprendido tantas cosas y aún me quedan por aprender, que no todo lo justo es justo y que se van aquellas personas que amas y no sabes por qué, que aceptar no es fácil, pero tienes que dejar los por qués.

 

   He aprendido a amar, y a amarme para quererme y que me quieran bien.

    Patri G.