Regresé a mí,
porque estoy cansada de buscar algo que no sé,
de pedirle a quien no puede ofrecer
o de esperar a quien ya está ocupado iluminándose a sí mismo,
de desear un cuerpo que no es mío,
de tener expectativas que nunca llegarán
porque aún así alejadas de mi naturaleza,
fingir entender o ser siempre tolerante y disponible
con quien no entiende mi valor.
Regresé a mí,
porque ya no puedo dedicar mi tiempo, ojos y esperanza
en corazones que no desean latir con el mío,
a quien no cree en la magia,
a quien dedica su momento y su pensamiento a quejarse de lo malo,
o a anhelar cosas que no le pertenecen,
y a criticar en cada lugar.
Regresé a mí,
como único destino posible,
como camino disponible,
como ese regreso a casa
pendiente desde hace mucho tiempo.
Regresé a mí,
Vi cuánto corrí contra el tiempo,
los dolores de mi alma sedienta de verdad
Buscando agua.
Me hospedé y entré,
me llamé,
me abracé y acaricié,
y me encontré con una yo misma.
Me estaba esperando con el corazón lleno de esperanza,
diferente es cierto pero sana.
Vi que aún así estaba intacta y no fragmentada como pensé que era,
Encontré magia en mis ojos
y la quise volver a ver una y otra vez
Descubrí que siempre poseí las llaves,
y fue hermoso encontrarme.
De aquí, de donde vivo me elijo,
elijo a quien y elijo lo que deseo,
muero y resucito todos los días y sigo viva.
Entendí que esto es resiliencia
y solo la encuentro donde vive yo misma.
Carla Babudri
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