Vistas de página en total

lunes, 13 de septiembre de 2021

Fragmento revisado, atribuído a Jeff Foster.

Copio publicacion ...esto hay que compartirlo....
Fragmento revisado, atribuído a Jeff Foster.
No puedes salvar a nadie.
Puedes estar presente con ell@s, ofrecer tu estabilidad, tu cordura, tu paz. Incluso puedes compartir tu camino con ell@s, ofrecer tu perspectiva. Pero no puedes quitarles su dolor. No puedes recorrer su camino por ell@s. No puedes ofrecerles respuestas correctas, ni tampoco respuestas que no sean capaces de digerir en ese momento. Ellos tienen que encontrar sus propias respuestas, plantear sus propias preguntas o dejar que se disuelvan; tienen que hacerse amigos de su propia incertidumbre. Ell@s tendrán que cometer sus propios errores, sentir sus propias tristezas, aprender sus propias lecciones. Si realmente quieren estar en paz, tendrán que confiar en el camino de sanación que se vaya revelando paso a paso.
Pero tú no puedes sanarles. No puedes ahuyentar su miedo, su ira, sus sentimientos de impotencia. No puedes salvarles, o arreglarles las cosas. Si presionas demasiado, podrían perder su tan singular camino. Tu camino podría no ser su camino.
Tú no creaste su dolor. Pudiste haber hecho o dejado de hacer ciertas cosas, dicho o no dicho ciertas cosas; pudiste haber detonado el dolor que ya estaba dentro de si. Sin embargo tú no lo creaste, y no eres culpable, incluso si dicen que así fue. Puedes asumir la responsabilidad de tus palabras y acciones, sí, y podrías lamentarte por un pasado, pero no puedes borrar ni cambiar lo que ya pasó, y no puedes controlar el futuro. Sólo puedes encontrarte con ell@s aquí y ahora, en tu único lugar de poder. Tú no eres responsable de su felicidad, y ell@s no son responsables de la tuya.
Estás respirando. Sabes que estás vivo. Tienes derecho a existir, a sentir lo que sientes, a pensar lo que piensas. Tienes derecho a tu alegría y derecho a tus tristezas. Tienes derecho a dudar también. Tienes derecho a recorrer tu camino. Tienes derecho a estar en lo correcto, y derecho a equivocarte; tienes derecho a esta gigante felicidad que conociste cuando eras pequeño. Estás respirando, y eres inseparable de la fuerza de vida que anima todas las cosas, que se conoce a sí misma como todos los seres, que se descubre a sí misma en cada momento de esta increíble y maravillosa existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario